El auge de los partidos
fascistas y de izquierdas anticapitalistas, a la vez que los partidos de centroizquierda
y centroderecha (más partícipes del actual sistema capitalista) han perdido
votos, ha destacado en los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo. Esto
no ha ocurrido sólo dentro de nuestras fronteras, esto ha ocurrido en todos los
países miembros de la Unión Europea. Parece que los ciudadanos están empezando
a dudar de que la actual crisis que arrasa toda Europa sea algo puntual y no
algo provocado por el sistema capitalista y, por lo tanto, sea este
deficitario. Pero, ¿cómo han llegado estos partidos con ideas marginadas desde
hace años a alzarse con tanto poder? Y lo que es más importante, ¿es esta la
solución a nuestros actuales problemas económicos?
La jornada del 25 de mayo en España empezaba
con una ligera pérdida de escaños por parte de los dos partidos que han
ostentado el poder desde que finalizó la dictadura franquista, con una mayor
abstención que las últimas elecciones a la Eurocámara (en 2009 la abstención
fue del 55’1% del electorado) y un ligero asomo de los grupos minoritarios. Las
primeras expectativas apuntaban a que el PP sacaría entre 19-20 escaños y el
PSOE 18-19, mientras que los partidos apartados del bipartidismo quedarían de
la siguiente manera: Izquierda Plural 6 escaños, UPyD 3-4, CEU 2 y Ciudadanos,
Primavera Europea, ERC, Los Pueblos Deciden y Podemos se llevarían uno cada
uno. Una previsión aceptable para las nuevas formaciones y para Izquierda
Plural, que triplicaba su número de escaños, y sobre todo para el PSOE, ya que
en las últimas elecciones generales fueron vapuleados por el PP y estos datos
mostraban que aún podían competir por alzarse con la victoria.
Lo del partido de Valenciano merece un párrafo
entero para él y se lo voy a conceder.
Tras el lavado de imagen que hicieron a principios de año en un acto en
el que hondearon al viento su eslogan “Socialistas”, parecía que habían
recuperado la confianza y el apoyo de su electorado. Se presentaron a las
elecciones con una ingente cantidad de propuestas sociales para contentar al
ciudadano y poder incumplir tras las elecciones, una práctica en auge dentro
del PSOE. El debate televisado con menos audiencia de las elecciones europeas
en el país, la daban como vencedora frente a un Cañete más pendiente de leer
que de improvisar. Además, la excusa machista del candidato popular se lo ponía
mucho más fácil. Desde el “la dejé ganar porque si muestro mi superioridad
intelectual acorralando a una mujer me tachan de machista”, la campaña del PSOE
giró en torno a criticar estas declaraciones, mientras que en el PP le escondieron
los micrófonos a Cañete. Llegaron a la jornada de reflexión con previsiones de
un supuesto empate. Nadie se esperaba lo que ocurrió.
Desde los primeros sondeos a las 14 horas del
día 25 ya podíamos apreciar que, al contrario de lo que se esperaba todo el
mundo, estaba habiendo bastante participación. “Bastante participación” en
España quiere decir que acabaron votando el 45’84% del electorado, que frente
al 44’9% del 2009 y las previsiones, es un logro.
Cuando salieron los resultados descubrimos
algo que ni el más optimista se podía imaginar: entre los dos partidos más
poderosos ostentaban menos del 50% de los votos. Esto es un hito sin lugar a
dudas, muchos lo califican ya como el fin de esta dictadura bipartidista. ¡El
pueblo ha votado a otros! El PP ha conseguido solamente 16 escaños, 8 menos que
en 2009, mientras que el PSOE 14, el peor resultado de su historia, costándole
la cabeza de su líder. La formación de Valenciano se da un batacazo estrepitoso,
sin olvidarnos del que se ha pegado el PP, que vuelve a sacar a la luz la
desconfianza que tiene el pueblo en ellos. Cada año que pasaba el partido
socialista se alejaba más y más de los principios marxistas, y al final la
gente ha dejado de tomarlo como “representantes de izquierda”. Personalmente,
creo que los tiempos de gloria del PSOE han llegado a su fin.
¿Es una sorpresa el fracaso del PP o era una
muerte anunciada? Se han pasado años haciendo políticas en favor de bancos y
empresas sin pararse a pensar que los que les van a votar no son ellos, sino el
pueblo. Esto era preciso que pasase, unas personas que aprovechan un ajuste de
cuentas entre miembros de un partido para recortar derechos a la gente, como
dijo Alberto Garzón, van a conseguir que los echen, porque por más que les pese
en el pueblo es donde reside la soberanía.
Si el dato más importante de los resultados
fue esta depresión del bipartidismo, el segundo dato más importante sin duda es
el ascenso de la izquierda. Como estaba previsto, Izquierda Plural consigue
triplicar sus escaños, mientras que Podemos, al que todas las encuestas durante
la campaña electoral apuntaban que conseguiría un escaño, consigue ocupar cinco
con tan solo 4 meses de vida y 100.000 euros de presupuesto. El partido de
Pablo Iglesias ha demostrado sin duda que hay que pensar en la gente a la hora
de hacer política, estar con ellos, y te recompensarán.
Mucho se había hablado durante estos meses de
que la aparición de los nuevos partidos de izquierdas afectaría negativamente a
la gente de esa ideología pues dividiría demasiado el voto, pero se ha
demostrado que no es así. Tanto Izquierda Unida como Podemos ya han confirmado
que apoyarán a Alexis Tsipras como presidente de la Comisión. Esto quiere decir
que los dos partidos españoles se adscribirán a Izquierda Unitaria Europea. Han
conseguido 11 escaños para este grupo parlamentario ¿Aún creen que dividir el
voto es malo?
A nivel regional, lo más destacable sin duda
son los resultados en Cataluña. En la comunidad de Artur Mas, aun habiendo
recibido fuertes críticas por utilizar a Pascual Maragall, enfermo de alzhéimer,
en un mitin, ERC se ha impuesto con una ligera ventaja sobre CiU. Posiblemente esto signifique que en
las próximas elecciones autonómicas veamos un cambio de President.
“Un fantasma recorre Europa”
Al igual que ha ocurrido en España con
Izquierda Plural y Podemos, en Grecia ha ascendido la izquierda
anticapitalista, pero en mucha mayor medida. Syzira, el partido encabezado por
Alexis Tsipras, ha ganado las elecciones con un 26’57% de los votos (6
escaños). Los dos países mediterráneos tienen en común una deuda económica con
Europa, unos niveles de pobreza a los que no están acostumbrados, unas tasas de
desempleo que superan el 25% de la población activa, un creciente recorte de
los derechos sociales y un levantamiento continuo del pueblo en forma de
protestas. Frente a esta situación, la ciudadanía se posiciona contra el
sistema capitalista con políticas de influencia marxista.
Como dijo Marx “Un fantasma recorre Europa”,
pero este fantasma tiene una sombra muy oscura, y es que la extrema derecha es
actualmente la tercera fuerza del país. El partido fascista-neonazi Amanecer
Dorado ha obtenido el 9’38% de los votos, lo que le otorga 3 escaños en la Eurocámara.
Este no es un caso aislado: NPD consigue el 1%
de los votos en Alemania, FPO 19’50% en Austria, ELAM el 2’69% en Chipre, HSP
el 41’39% en Croacia, DF el 26’6% en Dinamarca, VS el 12’90% en Finlandia,
JOBBIK el 14’68% en Hungría, VL 14% en Letonia, TT el 14’27% en Lituania, UKIP
el 29% en Reino Unido. Aunque el caso más
espectacular del ascenso de la extrema derecha es en la vecina Francia con el
Frente Nacional de Le Pen. El partido xenófobo francés ha pasado de obtener el
6’3% de los votos en las europeas de 2009 al 25’4% que obtuvo ayer, siendo la
fuerza más votada del país.
Ante el miedo nunca se sabe cómo van a
reaccionar las personas, y el miedo europeo por excelencia es la crisis
económica. El ciudadano ha reaccionado al miedo iniciando una escapada del
capitalismo, pero por desgracia la mayoría huye por la extrema derecha. ¿Que si
es la solución? Es pronto para saberlo, pero miles de familias que han tenido
que inmigrar a esos países discrepan.